Concentrado de Tomate - Productos Las Marismas de Lebrija

Cultivo del tomate

El cultivo de tomate para uso industrial se desarrolla en nuestra zona bajo sistemas de Producción Integrada, lo que permite mantener y potenciar la biodiversidad medioambiental en el entorno de las marismas.

Estas prácticas de cultivo de tomate industrial consisten en potenciar técnicas de producción con una gestión de residuos respetuosa con el medio ambiente, protegiendo la calidad de las aguas y el suelo.

El tomate (Solanum Lycopersicum) es una planta dicotiledónea, perenne y de porte arbustivo que pertenece a la familia de las solanáceas.

Para producir nuestro tomate se usan variedades de crecimiento limitado, que producen flores en los entrenudos durante su ciclo, rematando con un racimo floral en el ápice. Una vez se llega a este punto, la planta deja de desarrollarse y comienzan a crecer los frutos todos a la vez. Esto permite que la maduración sea pareja y homogénea, ofreciendo la posibilidad de llevar a cabo una recolección óptima para la elaboración del producto procesado.

El cultivo de tomate industrial se inicia con las labores preparatorias del terreno. Éstas deben realizarse en seco y en buenas condiciones. Lo ideal es que se cultive sobre suelos profundos y bien drenados, ya que las tomateras no toleran encharcamientos ni excesos de agua.

Etapas del cultivo de tomate industrial

Por regla general, la plantación se realizará a principios de marzo, en un proceso planificado, para que más tarde la recolección se lleve a cabo en el momento óptimo de maduración de las plantas.

Al inicio, el tomate es regado abundantemente para adaptar la planta al suelo y para fomentar su arraigue. Este proceso se repetirá en varias ocasiones aportando nutrientes mediante fertirregación, lo que permite reducir los nutrientes a lo estrictamente necesario.

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La planta del tomate es relativamente tolerante a la salinidad, lo que hace que nuestros suelos salinos de marismas sean óptimos y den un sabor especial a nuestros productos.

Durante el desarrollo de las plantas tomateras y su paso por los distintos estados fenológicos, se hace un seguimiento exhaustivo por parte de nuestro equipo técnico, dentro del Servicio Integral que oferta nuestra empresa. Las visitas semanales a las explotaciones y el contacto continuo con nuestros agricultores permite llevar un control riguroso de las plagas, enfermedades, abonados y riegos.

La recolección se lleva a cabo entre julio y septiembre, cuando el tomate se encuentra en su grado óptimo de maduración. Es, en ese justo momento, cuando se lleva a cabo este proceso. Una vez recolectado, el tomate es transportado a nuestras instalaciones donde es procesado ese mismo día.

El cuidado en el cultivo del tomate industrial y en su elaboración hace que el tomate concentrado de Las Marismas de Lebrija SCA sea uno de los más cotizados en el mundo, presente en todos los continentes.